sábado, 3 de abril de 2010

Pasajes de la Gitana: Álamos, Abril 2010

Bien, lo prometido es deuda... Mientras veo "Elizabethtown", en la escena en la que Drew se encuentra con el Chuck de Chuck & Cindy, y me boto de risa y papá se burla de cómo me río, empiezo a contar qué tal el viaje. Sí, es una escena divertida, más la de la movie que la de la vida real :p

Pero (Oh, Dios... dos abrazos con Chuck D:) a lo nuestro...

Álamos sí era lo que me esperaba según lo que la gnete dice: Colonial. Un par de iglesias muy lindas, que me parecerían más hermosas si estuviesen más limpias, si pulieran un poco más las piedras de sus torres. Sin embargo, el pueblo en sí es muy limpio. No encontrarás, lector dispuesto a viajar, escapista como yo, basura entre las banquetas y las calles, jardineras con belleza escondida bajo bolsas de plástico de papitas fritas o botellas de refresco. No, de eso no hay.

La gente... sólo crucé un par de palabras con empleados de locales y del museo, pero pude darme cuenta de que hay mucha tranquilidad, de que no es un lugar agitado (tal vez en el FAOT sea otro el asunto). Lamento la decepción que puede ocasionar mi falta de detalle en esta área, pero ni tuve el tiempo suficiente, ni tenía el ánimo en el rostro.. Sí en mi cabeza, pero no en mi rostro.

La comida, deliciosa :) Honestamente, para estar en el estado que está Álamos, no es caro. No si sabes buscar ;) Ahora que, debo añadir, que antes de llegar a Álamos, hicimos una pequeña escala en Navojoa para comer. Con perdón de los que sean residentes allá, o sin él, debo decir que fue en Navojoa donde probé los tacos más "sin embargo" de mi vida taquera. Caros y "x". Pero estaba abierto el lugar, para ser jueves santo. Recomendación: No comer en una taquería al lado de la carretera y de una gasolinera en Navojoa. ¬¬

¿Qué hicimos en Álamos? [creo que no había aclarado que no fui sola, sino con otros escapistas que conozco de hace años y aún estoy aprendiendo a conocer] Lo usual... Llegando tomamos un café, caminamos por la placita, entramos a la iglesia (donde leí que empezó a ser construida durante la segunda mitad del siglo XVII y que Álamos fue la capital del Estado de Occidente que comprendía parte de Sinaloa -o todo el estado- también).

Nos hospedamos, ya entrado el anochecer, en el hotel San Juan, en una suite. Barato el lugar: $650 la suite, con una pequeña cocina, una sala, un baño con regadera, y una habitación con una cama matrimonial y una individual. Ah! y una cama adicional en la salita :p

En la noche fuimos al mirador. Es lindo Álamos, está entre cerros, como protegido del exterior. Y las luces... las luces del lugar confabularon con las sombras para dar ese misticismo tan característico de las leyendas de provincias empedradas... Un suspiro de la magia que amo...

Después de cenar en el restaurante Reyna (creo que era parte de un hotel), regresamos a casa y nos sentamos a jugar cartas, "romy" al estilo María Alarcón. Nos dimos cuenta, que a nosotros, escapistas de nacimiento y casi de profesión, se nos olvidaron cosas indispensables como cepillos de dientes, pijamas y sandalias para baño. Sí, una buena carcajada.

Dormimos bien, y de más. Nos levantamos tarde para estar listos y desayunar en Reyna otra vez. Delicioso... Fue una de las pocas veces que comía huevo en un restaurant y no me decepcionaba. Por algún motivo, los huevos de los restaurantes (sin albur por favor) son muy insípidos, si saben a huevo, es mucho ¬¬. Sólo en San Miguel de Allende me he llevado la sorpresa de que están deliciosos. Ni siquiera en Flagstaff, ni siquiera en San Antonio de las Minas, ni siquiera en el DF me han sabido ricos. En Álamos... pues no tenían suficiente sal, pero sabían a huevo y hacían buen constraste con el queso, el pollo y la tortilla de harina.
Después, paseamos por la plaza, y de ahí llamó mi atención una pequeña entrada con coches antiguos al fondo... El museo. Por $5 pesos vi un fragmento de pasado de Sonora, un apartado especial a las minas y a Ortiz Tirado... y una exposición de arte de Don Quijote.. ¿Qué hace Don Quijote en un museo de Álamos? Imagino que el artista era local.

¿Qué más? Ah, uno de los escapistas y yo nos quedamos en la plaza esperando a los demás. En silencio... Seguí con la historia que escribía pero aún quedó sin final a esas alturas. Cuando llegaron los demás, corriendo al hotel porque era la 1:28 de la tarde y el cuarto vencía a la 1:00 p.m.

Todo tranquilo en el regreso... Excepto cuando llegamos a Cd. Obregón. El conductor designado parecía determinado a que nos diera hambre para ir a comer mariscos. Así fue, aunque sin mucha hambre de verdad; nos detuvimos en Los Arbolitos. Pedí el platillo "Delicias del Mar" que se suponía, una combinación de pinzas de jaiba, camarón, pulpo y trozos de pescado, sobre salsa de champignones. La salsa no sabía a nada. De verdad. No obstante, de todo se aprende, y la idea de los mariscos así, me inspira a intentar cocinarlos y darle un toque distinto. No sé, pero ya veo algunas hojas de espinaca en el plato...

Fuera de eso... el camino de vuelta estuvo tranquilo, llegamos casi a las ocho de la noche. Durante el trayecto, durante el anochecer, hice algo que raras veces hago. Suspendí mi lectura de "Nadie me verá llorar" de Cristina Rivera Garza,y miré el camino que dejábamos atrás. Me gusta hacer eso en el momento en el que se me ocurre, sin premeditarlo, sin pensarlo. Vi la carretera perderse en un punto que pasaba a formar parte del pasado... ¿Alguna vez te has preguntado, lector dispuesto a viajar, por qué cuando pensamos en el pasado, imaginamos algo que está detrás de nosotros? Simplemente la frase: "No mires atrás"... Será porque el pasado es algo que no podrás ver por más que camines, o tal vez porque es algo que uno no quiere ver. Pero hay lugares a los que uno vuelve... Si el pasado es algo inmaterial, conformado por los recuerdos, algo que uno no puede asir con las manos ni con el llanto, entonces puede ser ése el motivo por el que una siempre sienta la necesidad de "volver atrás", porque es algo que nos puede alejar del presente, sean buenos o malos ambos tiempos.

No lo sé, ya estoy divagango... Por ahora dejo esto abierto, aunque parezca innecesario.

Y no pierdas la oportunidad de visitar Álamos. Cada lugar es un pasaje, cada ruta un nuevo aire... Sólo tenemos que emprender el viaje.